Confirmada la pena de 12 años de prisión para los dos violadores de una menor tutelada en Oviedo

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Tribunal Superior de Justicia de Asturias
Tribunal Superior de Justicia de Asturias

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias considera que el testimonio de la víctima, de 17 años en el momento de los hechos, es persistente y sostenido en el tiempo

19 abr 2024 . Actualizado a las 13:41 h.

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha confirmado la pena de 12 años de prisión impuesta a cada uno de los dos condenados por violar a una menor de 17 años en una vivienda de Oviedo, en agosto de 2020.

El alto tribunal asturiano ha desestimado los recursos de apelación interpuestos por las defensas de los dos condenados contra la sentencia dictada en octubre del pasado año por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo.

Las defensas alegaban error en la valoración de la prueba, pero el TSJA subraya que la sentencia «valora la declaración de la víctima de manera detallada y pormenorizada» a lo largo de más de siete folios y concluye que «se trata de un testimonio persistente y ajeno a motivación espuria alguna» y «sostenido en el tiempo».

Además, denunciaban una dilación indebida en el proceso, a lo que el alto tribunal asturiano responde que durante el intervalo de tiempo entre los hechos y la celebración del juicio hubo «limitaciones derivadas de la crisis sanitaria del COVID-19 que pudieron justificar razonablemente las dilaciones que en ningún caso pueden calificarse de extraordinarias».

Los hechos ocurrieron cuando la víctima, una menor tutelada por el Principado, se encontraba con una amiga, el novio de ésta y otros tres chicos en una vivienda de Oviedo.

Según la sentencia, dos de ellos la forzaron en una habitación con la luz apagada y la violaron mientras la mantenían inmovilizada y los otros dos observaban mientras se masturbaban.

El TSJA, que califica el escenario de «terrorífico», apunta que el ambiente de la luz apagada y los intentos de mantener callada a la víctima cuando le metieron el calcetín o la zapatilla en la boca justifican la intimidación que medió, los empujones la violencia y en definitiva la imposibilidad de eludir y escapar de esa situación, informa Efe.