A 30 grados y con la calefacción encendida: usuarios de un centro social de Oviedo denuncian el «despilfarro» económico y  energético

E.R. REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Radiador de una vivienda
Radiador de una vivienda

Los radiadores de este edificio municipal desde hace «unos cuantos años» están «horas y horas» encendidos «sin ton ni son». Quienes acuden a este espacio de convivencia aseguran que han puesto la situación en conocimiento del Ayuntamiento pero que el caso es omiso

19 abr 2024 . Actualizado a las 14:34 h.

No existe una norma sobre cuándo se debe encender o apagar la calefacción. Lo normal es que este sistema que aporta calor a una estancia se utilice cuando las condiciones climatológicas son adversas, es decir, si hace frío o está helando. Si de forma natural hay un bienestar térmico no hace faltar utilizar este tipo de aparatos, puesto que se estaría consumiendo innecesariamente energía. Esto es precisamente lo que está ocurriendo en el centro social de San Esteban de las Cruces, en Oviedo. En este edificio municipal tiene los radiadores funcionando los 365 días del año, tal y como aseguran sus usuarios.

«Haga frío o estemos en plena ola de calor, los radiadores siempre están encendidos. El viernes pasado alcanzamos casi los 30 grados en Oviedo y el sistema de calefacción del centro social estaba a tope», asegura Avelino Pascual, quien sabe bien de lo que habla. Este vecino del barrio ovetense de Otero acude semanalmente a estas instalaciones públicas porque está apuntado a clases de bailes latinos y cada vez que va, asegura, los aparatos calefactores funcionan a pleno rendimiento.

Quienes acuden a este centro social no se quejan solo por el calor que pasan en la sala, «tenemos que abrir siempre todas las ventanas», sino porque el hecho de tener la calefacción encendida «sin ningún criterio» hace que haya un «despilfarro» económico y también energético. Los radiadores de este edificio municipal son eléctricos y desde hace «unos cuantos años» están «horas y horas» encendidos «sin ton ni son».

Aunque antiguamente se consideraban de bajo consumo porque cuentan con «una especie de ladrillos en el interior que hacen de inercia térmica», los radiadores son «ineficientes» energéticamente hablando. Es por este motivo que «la cuantía del gasto tiene que ser astronómica porque estamos hablando de un montón de radiadores. Además por lo que nos dijeron pasa en todos los centros sociales por lo que entendemos que la factura será de miles de euros», denuncia Pascual.

Esta «absurda» situación ya está puesta desde hace tiempo en conocimiento del Ayuntamiento de Oviedo, pero pese a las reiteradas quejas recibidas, el caso es omiso. «En alguna ocasión nos vimos obligados a desenchufar los radiadores y tuvimos luego una bronca con el que en su día era el conserje», cuenta.

Para este vecino de Oviedo la solución es muy simple: «Tan solo hay que poner un pequeño termostato para que establezca los cortes automáticos», dice. Aún así, «pase lo que le pase al clima suponen que hace frío y ponen la calefacción igual», denuncia a la espera de que se tomen cuanto antes las medidas oportunas.